Leyendas de El Salvador

¿Quién es Tenancín, la novia del Cipitío?


Hola, queridos lectores del blog. Hoy les traemos una fascinante leyenda que enriquece la mitología de El Salvador. En esta ocasión, conoceremos la historia de Tenancín, la misteriosa novia del Cipitío, un personaje entrañable en la cultura salvadoreña. ¿Sabías que el Cipitío, aquel niño de sombrero grande y barriga prominente, tiene una compañera de juegos en el bosque? Vamos a descubrir juntos esta hermosa leyenda llena de magia y aventura.


La inocente Tenancín: Una niña en el corazón del bosque


Tenancín es presentada en la leyenda como una niña alegre y curiosa, que disfruta jugando en los campos y cortando flores. Su mundo está lleno de risas y juegos, y, como cualquier niña, se sumerge sin temor en la naturaleza, entre las praderas y las milpas de su región. Pero un día, en medio de su juego, se adentra demasiado en el bosque y pierde el camino.


El primer encuentro con el Cipitío


Desesperada y sin rumbo, Tenancín corre sin cesar buscando la salida. En su confusión, se acerca a una gran flor donde el Cipitío está dormido. Al oír el crujir de la maleza, el Cipitío se despierta y, asustado, huye saltando de un arbusto a otro. Este curioso personaje, que suele asustar a quienes se cruzan en su camino, es esta vez sorprendido por Tenancín, y esto lo desconcierta.


Sin embargo, algo en el Cipitío despierta el interés de la pequeña, quien no lo deja escapar, persiguiéndolo a través del bosque. Ella, con la esperanza de que el Cipitío la guíe de regreso a casa, sigue sus pasos, internándose aún más en la espesura.


El misterioso portal en la roca


Finalmente, el Cipitío llega a una roca imponente en las faldas de un volcán. Exhausta y con sus pies lastimados por las espinas, Tenancín observa cómo el Cipitío, utilizando sus poderes mágicos, toca la roca, y ante sus ojos se abre un portal cubierto de musgo. Con suavidad, el Cipitío toma de la mano a la niña y juntos atraviesan el umbral, que se cierra de inmediato tras ellos.


La tristeza del padre de Tenancín


La desaparición de Tenancín deja un dolor profundo en el corazón de su padre, quien la busca incansablemente en el bosque. Destrozado por la ausencia de su hija, el hombre termina muriendo de pena, sin llegar a saber lo que sucedió con ella. Esta es la parte más melancólica de la leyenda, una muestra de cuánto significaba Tenancín para su familia.


El legado de Tenancín y el Cipitío


Con el tiempo, los habitantes de la región comenzaron a notar fenómenos extraños en el bosque. Algunos aseguran que si te aventuras por estos parajes, puedes oír risas infantiles y voces juguetonas, como si fueran niños jugando. La leyenda dice que estas son las travesuras de Tenancín y el Cipitío, quienes disfrutan correteando por el bosque, gastando bromas a los desprevenidos.


Si alguna vez cruzas un bosque en El Salvador y escuchas risas sin ver a nadie, recuerda que podría ser la pareja mítica del Cipitío y Tenancín, jugueteando y observándote desde algún rincón oculto de la naturaleza.


El enigmático volcán Sihuatepeque 


La leyenda menciona que el portal donde desaparecieron Tenancín y el Cipitío se encuentra en el volcán de Sihuatepeque, también conocido como el "Cerro de la Mujer", en el departamento de San Vicente. Sin embargo, hasta ahora, nadie ha podido confirmar la ubicación exacta de la roca mágica, lo que mantiene vivo el misterio.


Conclusión: Una leyenda que nos conecta con nuestras raíces


Así es como esta leyenda, cargada de inocencia y encanto, nos invita a imaginar un mundo donde lo mágico y lo real se entrelazan. Tenancín y el Cipitío representan la inocencia y la picardía en la mitología de El Salvador, mostrándonos que, a veces, la fantasía y el amor por la naturaleza pueden perdurar más allá del tiempo. Si te ha gustado esta leyenda, ¡no olvides compartirla y seguir explorando con nosotros los relatos y mitos de El Salvador!

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